“La palabra es limitada y no puede nombrar lo innombrable”, (proverbio Indio) (1)
Hay cosas que no se pueden decir con palabras sino que una mirada, un gesto, un abrazo, un beso dicen más que mil de ellas. Lewis Hine, fotógrafo de guerra, cuando le preguntaron por qué había elegido esa profesión contestó que si hubiera podido contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos.
Puede que por este mismo motivo nuestra vida se componga en imágenes, de momentos congelados en el tiempo. Sin embargo, la memoria es selectiva, no podemos memorizarlo todo, de hecho el olvido es necesario. Un estudio reciente sobre el proceso mental inconsciente revela que las personas recibimos unos 40 billones de estímulos sensoriales por segundo, pero sólo somos conscientes de 40 en cualquiera de estos momentos.(2)
Recordamos aquello que es más representativo o que es más asimilable por nuestra mente, la cual es fundamentalmente iconográfica (somos 90% visuales), es decir, pensamos en imágenes. En la fase de codificación de la memoria es cuando se transforman los estímulos recibidos en representaciones mentales. Luego un buen concepto visual, bien dimensionado y ajustado se retiene en la mente con mayor facilidad que elaboraciones complejas y limitadas como lo son las palabras. Es decir, podemos memorizar mejor aquellas cosas que se ven (memoria visual) a las palabras. La mente, aun cuando perciba un estímulo sonoro, lo traducirá en imágenes. Por ejemplo, si oyes un claxon, ¿qué es lo primero que se te viene a la cabeza? Un coche, pero no piensas en la palabra coche ¿verdad? Porque tu mente piensa en imágenes.
El valor del Símbolo
En las culturas orientales, con un abismo sondable, el símbolo es comprendido y practicado en cada estrato y ámbito de la estructura social. En la India en concreto una sentencia muy reverenciada dice: “la palabra es limitada y no puede nombrar lo innombrable”. Pero es que la propia palabra escrita es en realidad un símbolo visual, una forma, codificada y memorizada que es interpretada y traducida de inmediato en imágenes cuando es percibida.
La composición del mensaje
La composición es la que nos asegurará el éxito de nuestra comunicación. Se trata de la disposición de elementos diversos en un plano: formas, texto, imágenes, texturas, colores. La infografía trabaja sobre unas premisas de composición que garantizan: unidad, variedad, contraste, énfasis, repetición, ritmo, modulación, movimiento, equilibrio y jerarquía. Susan Weinschenk anotaría en 100 Things Every Designer Needs to Know (3) (100 Cosas que Todo Diseñador Necesita Saber) que las personas aprendían mejor a través de los ejemplos (no le digas a las personas lo que tienen que hacer, muéstraselo) y aconsejaba además utilizar para ello imágenes. En este sentido, la infografía que producimos para CacheFly en 2012 utiliza una metáfora visual o ejemplo visual que explica y muestra un complicado sistema de distribución.
En nuestro siglo, la mirada ha cambiado por completo, ahora buscamos simplicidad y efectividad visual a toda costa frente a las largas parrafadas de antaño. Ahora nos hacemos mas sutiles y jugamos con la creación y la vinculación de elementos creativos para hacernos entender universalmente más allá de barreras estigmáticas del lenguaje, la cultura, el estrato social o el género. Por eso mismo aparece la urgente necesidad de la Infografía, que sintetiza esas cualidades en una perfecta y creativa armonía más allá del tradicional uso de la palabra escrita.
En Ernesto Olivares Visual Information proponemos soluciones infográficas para todo tipo de sectores y necesidades comerciales. Nuestro trabajo destaca por que utilizamos un proceso de investigación y desarrollo de conceptos y soluciones visuales, partiendo de la información y conocimiento de nuestros clientes. De esta forma, transformamos complejos sistemas y conceptos en simples y claras infografías que ayudan a transmitir mensajes con valor agregado a la audiencia.
(1) Calle, R. (2006). 101 Cuentos Clásicos de la India, La elocuencia del Silencio. EDAF, página 6.
(2) Weinschenk, S (2011). 100 Things Every Designer Needs to Know, New Riders, Berkeley, página 122.
(3) Weinschenk, S (2011). 100 Things Every Designer Needs to Know, New Riders, Berkeley, página 167.